Tenemos que empezar amando a nuestro cuerpo tal cual es, sin
forzarlo a ajustarse a un modelo que nos han impuesto. Amarlo, cuidarlo y
respetarlo por dentro y por fuera, incondicionalmente.
Lo siguiente es aceptar y saber expresar adecuadamente todas nuestras emociones, pues cada una de ellas cumple una función positiva, si sabemos cuál es y cómo hacerlo. De lo contrario, nos deprimimos, sentimos ansiedad o caemos enfermos. Por eso la expresión adecuada de lo que sentimos es fundamental para llevar una vida sana y plena de vitalidad.
Lo siguiente es aceptar y saber expresar adecuadamente todas nuestras emociones, pues cada una de ellas cumple una función positiva, si sabemos cuál es y cómo hacerlo. De lo contrario, nos deprimimos, sentimos ansiedad o caemos enfermos. Por eso la expresión adecuada de lo que sentimos es fundamental para llevar una vida sana y plena de vitalidad.
También hay que aprender a usar nuestra mente, para que
podamos utilizarla a nuestro favor, y no en nuestra contra. La mente es una
herramienta magnífica, si sabemos cómo sacarle provecho.
Y también es importante conocernos y amarnos a nivel del
alma, para crecer espiritualmente y tener vidas realmente significativas.
En mi libro le dedico un capítulo a cada uno de estos
aspectos, para que el Amor a uno mismo sea profundo y pleno.
¿Por qué será que sufrimos por amor?
Porque buscamos y esperamos que los demás nos den el Amor
que en realidad ya llevamos dentro. Esto crea relaciones de dependencia y
apego, que inevitablemente nos conducen al sufrimiento. Pero si uno se ama a sí
mismo, podrá compartir Amor, y en ese compartir hay libertad, respeto, y un
profundo crecimiento. Entonces si tenemos con quien compartirlo, lo disfrutamos
y lo agradecemos. Pero si no hay nadie, seguimos de todos modos felices con
nosotros mismos, pues ya sabemos que el Amor no depende de nadie más, sino que
es nuestra condición natural, es nuestro estado de ser.
¿Hay diferencia entre amarse a uno mismo y ser egoísta?
La persona egoísta no se ama, no se acepta, en realidad se
odia y se castiga. Por eso sólo puede tomar de los demás, pues no tiene Amor
para dar. No ama a los demás, pero tampoco se ama a sí misma. Pero si uno se
ama a sí mismo, dar, ayudar, compartir es algo habitual, algo que fluye sin
esfuerzo. Uno tiene reservas ilimitadas de Amor, pues está en contacto con la
fuente, que yace dentro de uno mismo.
¿Se puede superar el sentimiento de soledad?
Primero hay que aceptarla, pues es nuestra condición
intrínseca. Meditar ayuda mucho a hacer las paces con este hecho. Y en esos
momentos de soledad podemos desarrollar nuestra creatividad, hacer aquello que
nos gusta y nos realiza, dedicarnos a aprender cosas nuevas, y vivirla como una
luna de miel con uno mismo. Tenemos que llenar ese vacío con Amor hacia uno
mismo. Entonces uno ya no se siente solo, pues disfruta de la propia compañía.
En mi libro doy una gran variedad de sugerencias y herramientas para que el
estar con uno mismo sea una fuente de placer, paz y alegría.
¿El amor es algo que se aprende?
Absolutamente. Todos nacemos con la capacidad de amar, pero
no nos han enseñado a desarrollarla y vivirla de un modo sano, sino todo lo
contrario. Nos han inculcado una serie de creencias que nos llevan al dolor, a
la dependencia y la carencia afectiva, y por ende a relaciones enfermizas. Por
eso es necesario reeducarnos y descubrir nuevas maneras de amarnos y amar a los
demás. En realidad es un arte, y como tal hay que aprenderlo y practicarlo a
diario.
¿Por qué crees que amarnos a nosotros mismos es tan
importante?
Por varias razones. La principal es que el Amor es la mayor
fuerza que existe en todo el Universo. Sin estar en contacto con él, la vida es
opaca, carente de significado, de color y brillo. Sin este Amor hacia nosotros
mismos, la vida se puede tornar una pesadilla, pues nos sentimos miserables,
carentes, estresados y vacíos. Desconectados.
También es importante pues sólo amándonos a nosotros mismos
podemos manifestar relaciones sanas, armoniosas y que nos aporten plenitud y
crecimiento. De lo contrario, crearemos relaciones destructivas.
Y en estos momentos de grandes crisis y cambios planetarios
que todos atravesamos, la mayor lección, y el mayor reto, es sentir y vibrar
Amor, en lugar de miedo. Y para poder hacerlo, debemos encontrar la fuente del
Amor dentro de nosotros mismos, para luego, como los rayos del sol, poder
irradiarlo en todas las direcciones, a todas las personas, en todas las
situaciones que nos presente la vida.
entrevista a Enriqueta Olivari
Tomado de: amarseaunomismo.com
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